Anónimo
Volando, acariciando las curvas vivas del viento. Localizado en los sueños, empujado por esta mente que se alimenta de ilusión y se precipita a la realidad para conocer lo tibio del mundo
Una emoción es buena dicen, pero para todo hay que saber tener control, tener templanza. Álgido el recuerdo se vanagloria para tropiezo y la añoranza podría tornarse en condena por el mismo ¿qué es el hombre sino un sueño?
Impactante implora por redención y.... o llenar el vacío que siente dentro, pero a gritos muestra su sonrisa al mundo, cruel pantalla de su realidad. Pero la esperanza está ahí, parece trémula y lejana pero es poderosa y firme, el reto está en hallarla
Hubo una sonrisa, de esas que cautivan, existió un hola y un suspiro, tímido, casi imperceptible que traducido dicta: "conoceme". Y así nació, una invitación, un deseo, una pasión. Oh corazón ¿Dónde te aventuras sin recaudo con aire de joven inexperto? No te rompas corazón, pero sobre todo, no decaigas que si has decido tu nido ahí, será tu ilusión de por vida
Agachando la mirada, agotado va el caminante, abriendo sendas, explorando rumbos, conquistando mundos... dice, conquistándolo a pasos. ¿Ilusión o locura? déjenlo que viva que su reino está en su mente y parece que le hace feliz.
Un atardecer vi un animal, de esos que rumean, rumeante o rumiante, no lo sé. Lo noté a lo lejos mientra veloz la carretera me llevaba a su encuentro y en un instante de pausa, la velocidad fue mi amiga, pude ver en sus ojos algo de tristeza, añoranza y un brillo, pequeño pero potente, brillo hecho de esperanza. Me dije a mi mismo, quien le manda a llenarse una y otra vez con los mismos recuerdos. Que cristalino es el arrollo donde a veces uno se ve...
Y así, la vida, pareciera que juega golosa como lo hace el viento con las hojas, pero guarda! por ahí dice la sabiduría que no sabe de dónde somos ni a dónde vamos, prefiero creer en la sabiduría eterna que en mis instintos... así me enseñó la vida, así, el destino divino
Guardemos y atesoremos, lo que importa, guiemos y rompamos con acciones los sueños, porque la verdadera sorpresa está adentro, y los sueños son de porcelana. Vivamos con energía, con locura y con aprecio. Pero, guardemos aceite, guardemos salmos y vivamos el cantar de los cantares regocijados en la gacela de nuestra eternidad.
Anónimo.
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